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Entrevista a Josiah Domico (Polemicist)

(junio de 2021)


© Polemicist (Josiah y Lydia)


 Con motivo de la publicación de su nuevo y esperado segundo disco, Return of the Sophist, hemos contactado con uno de los miembros principales y frontman de Polemicist, Josiah Domico, para preguntarle todo aquello que nos intrigaba sobre la composición y grabación de las nuevas canciones, su visión sobre su música y sus conciertos o la gran influencia de la filosofía en su inspiración y sus letras, entre otros temas. Josiah nos contesta de buena gana y con todo lujo de detalles, por lo cual le estamos muy agradecidos.


 [La entrevista original realizada en inglés ha sido amablemente publicada por el sitio web Hate Meditations: Interview with Polemicist. Lo que sigue es nuestra traducción de la misma. / The original interview conducted in English was kindly published on the website Hate Meditations: Interview with Polemicist. What follows is the Spanish translation of it.]


 A juzgar por las primeras impresiones, vuestro segundo disco suena bastante distinto del primero, a pesar de la continuidad natural, lo cual es indudablemente algo bueno, en mi opinión. ¿Qué puedes contarnos acerca del origen de nuevas estas canciones? ¿Fueron concebidas como una continuación más ambiciosa de Zarathustrian Impressions o más bien como una dirección distinta para el grupo?

 La producción es más clara y más intensa, la gente parece darse cuenta enseguida. La mayor parte de este álbum fue compuesta en otoño de 2019, durante lo que fue un periodo muy activo para el grupo, ya que Zarathustrian Impressions se publicó a finales de agosto de ese año. Queríamos hacer una continuación de los mejores aspectos de ese disco, pero también superarnos en aquellos puntos en los que pensamos que nos habíamos quedado cortos. Creo que con Return of the Sophist hemos alcanzado una metodología de alterar y combinar géneros, en lugar de presentar canciones que se inclinen por uno u otro lado. El enfoque ahora es más holístico.

 La música para el álbum se compuso en su integridad sin tener ningún tipo de letras en mente. El concepto final acabó por convertirse en algo completamente distinto de las primeras ideas que tenía anotadas. El flujo de composición de la música para el disco se vio afectado por fenómenos naturales, pero la dirección hacia la que apuntábamos permaneció intacta. El resultado fue algo mucho más compacto y breve de lo que esperábamos.


 Una de las principales diferencias con respecto al debut es obviamente la inclusión de Pendath de Mefitis, quien se encargó de la batería y los teclados, entre otras contribuciones. ¿Cómo fue el proceso de involucrarle en la grabación? ¿Ha llegado a contribuir en las propias composiciones o se limitó a ayudar en asuntos más secundarios?

 Resulta que, pese a que no nos conocíamos previamente, ambos éramos fans respectivos de la música del otro. El proceso fue tan sencillo como preguntarle si quería tocar la batería. Él aceptó con mucho entusiasmo y se empleó a fondo tanto para planificar la percusión como para grabar el producto final. Pendath recibió el material ya totalmente compuesto, por lo que su labor en este álbum tuvo más que ver con los arreglos, en lo relativo a las pistas de guitarra eléctrica. Además de lo mencionado, también ejecutó algunas partes de guitarra acústica y voces en limpio, y creó una introducción para el disco basada en un motivo mío, y el interludio «The Delphic Temple Part III», basado en unos motivos de Lydia.


 Los arreglos también parecen más desarrollados y complejos, y se ajustan muy bien a la música al ser variados y completos. ¿Fue esto resultado de una elección consciente al crear la música o sencillamente ocurrió durante el proceso de grabación?

 Es cierto, los arreglos son más desarrollados y complejos. La continuidad se adhiere de alguna forma a la segunda parte de Zarathustrian Impressions. Lydia y yo le presentamos a Pendath las partes de guitarra, y el profundizó los arreglos generales con su intrincada percusión polirrítmica y sus teclados atmosféricos. Los teclados y sintetizadores en el disco están todos tocados por Pendath, pero empleados con mesura. En términos generales, nuestro deseo era presentar una visión más desarrollada de Polemicist, mostrar una evolución. Todo ocurrió de forma muy natural a medida que nos íbamos centrando.


 Vuestro nuevo disco me ha impresionado por presentar una versión más profunda del enfoque narrativo que podía encontrarse en vuestro debut. Las progresiones son más manifiestas y hay más variedad dentro de cada pista, a pesar de que todas mantienen una perfecta cohesión. ¿Dirías que esto es resultado de un enfoque más maduro, o más bien de un cambio en la forma en que creáis la música?

 Tal vez ambas cosas. He crecido como músico desde la primera vez que grabamos. Estas grabaciones suponen una mejora en todos los aspectos. Lydia y yo somos una unidad mucho más compenetrada. Nos tomamos muy en serio el grupo, incluyendo el deber de perfeccionar aquello que hace de nuestro trabajo en común algo único. Prestamos mucha atención a cada detalle musical e intentamos ceñirnos a la totalidad.


© Polemicist (Return of the Sophist, 2021, Hessian Firm)


RETURN OF THE SOPHIST PUEDE ENCONTRARSE
EN LA PÁGINA DE BANDCAMP DE POLEMICIST


 Las nuevas canciones también me han parecido más compactas e incluso más breves que las anteriores, a pesar de que en general presentan un grado de contenido similar o incluso superior. ¿Habéis hecho un esfuerzo consciente de concisión, o se trata de una virtud que ha surgido por el camino?

 Estas canciones son más cortas y más densas que aquellas que figuraban en nuestro debut. Queríamos que este disco fuera más musical, que tuviera más capas. Deseábamos ceñirnos a la historia que cuenta la música antes que limitarnos a juntar una serie de canciones sueltas. Este enfoque podría considerarse similar al de las obras de auténtico metal sinfónico, como las de los primeros Emperor, que también estaban influidos por obras sinfónicas de orquesta, desarrollando temas y motivos sin repetirnos. El término «sinfónico» se emplea a menudo erróneamente para designar algo que suena orquestal.

 No obstante, algún día me gustaría experimentar realmente con formatos de canción más largos. No creo que más largo signifique necesariamente más importante o más épico. Nuestro único deseo es expresar musicalmente lo que es necesario en el momento en que concebimos la música.


 Si no me equivoco, tengo la impresión de que Polemicist funciona como un dúo de guitarristas que contribuyen casi en igual medida al proyecto. Esto se aleja bastante del esquema habitual de un solo creador individual que parece prevalecer en la mayoría de grupos. ¿Qué puedes contarnos sobre vuestro proceso de composición?  ¿Creáis e improvisáis juntos o más bien desarrolláis contribuciones individuales que más tarde se ajustan para formar canciones?

 Lydia y yo hemos compuesto algunas canciones juntos en el mismo momento y el mismo lugar. No improvisamos en el sentido de una jam session de rock, aunque lo hemos hecho alguna vez y puede ser divertido. Nos gusta el rock instrumental, pero eso queda fuera del ámbito de Polemicist.

 El esquema habitual es que yo presento a Lydia un esqueleto y ella va añadiendo elementos. A veces creamos de manera independiente y vamos aportando al otro lo que tenemos, y otras veces trabajamos tan estrechamente como para hilvanar juntos esos «esqueletos». En ocasiones, algunas «partes» brillantes que uno de nosotros o los dos hemos compuesto para un contexto distinto son lo suficientemente sólidas como para ser retomadas en un contexto más relevante en el que encajan mejor.


 En lo relativo a vuestra visión artística, yo diría que estáis más centrados en la cohesión compositiva que en la innovación en términos de estilo. ¿Os consideráis «tradicionalistas», es decir, profundamente fieles a los estilos antiguos, o sencillamente os encontráis cómodos dentro de modelos estilísticos más viejos que no sentís la necesidad de modificar demasiado?

 Todos los artistas deben involucrarse intensamente en la tradición en algún momento. Después, lo mejor para cada artista es «olvidar» su formación para poder evitar hacer una mera imitación del pasado. Escucho mucha música distinta, pero me atrae igualmente tanto lo primitivo como lo vanguardista. Me gustaría pensar que Polemicist tiene una mentalidad progresista, pero somos devotos de los formatos analógicos y las aproximaciones históricas al metal. En términos de unidad y visión, Polemicist proviene del heavy metal y el metal extremo, pero naturalmente somos representantes de la vertiente más melódica. La innovación es importante, pero por lo general aquellos que manifiestan ser innovadores hacen lo mismo que nosotros estamos haciendo, que es simplemente profundizar en un mismo lenguaje de forma coherente. Con este disco no estamos dando la vuelta a un urinario para convertirlo en arte ni reinventando la rueda. A medida que Polemicist siga desarrollándose tal vez en algún momento lleguemos a ese punto, pero yo seguiré trabajando igual de duro en lo que hago, sin importarme las consideraciones periodísticas que ello suscite.


 Releyendo la entrevista que te hicieron en 2019 en deathmetal.org, he encontrado palabras muy entusiastas acerca de vuestra opinión sobre las actuaciones en directo. Dejando de lado la evidente inactividad de los últimos tiempos, imagino que consideráis los conciertos como una parte importante de la propuesta de un grupo. ¿Se trata de una oportunidad de mostrar vuestro verdadero valor como músicos, o más bien de una forma de presentar vuestro material bajo una luz distinta y complementaria?

 Creo que los directos son una forma excelente de demostrar el talento y la seriedad de una propuesta. Me consta que muchas personas que inicialmente eran escépticas acabaron convirtiéndose en fans de algún que otro grupo de metal después de asistir a un concierto brutal. Es abrumador pararse en pensar en los muchos grupos con directos realmente buenos que hay en el metal. En mi opinión, la faceta en vivo del metal es una de sus tradiciones más importantes. Es algo genial encontrarse en un entorno distinto a la propia zona de confort para experimentar el metal. La escucha más académica es con auriculares o monitores de estudio con silencio ambiente, naturalmente. Pero vivir la música en directo, contemplar cómo cobra vida de verdad es algo que realmente otorga a la música un significado igual de importante. De la misma manera, me gusta ver a Yannick Nézet-Séguin dirigir obras de Stravinski antes que no volver a ver esas obras interpretadas en directo, simplemente porque Stravinski ya falleció. Por otro lado, también hay que mencionar el disfrute que supone la experiencia personal de escuchar un disco de black metal significativo en solitario, sin ruidos ajenos, pero no creo que esa sea la intención definitiva ni el objetivo de muchos grupos. Polemicist puede disfrutarse en soledad tomando un té o en directo con libaciones. Los resultados pueden variar.


© Polemicist (Lydia Giordano)


 Tras haber abordado a Nietzsche en Zarathustrian Impressions, para vuestro nuevo disco os centráis en Sócrates. Ambos fueron filósofos que se enfrentaron a la incomprensión y el rechazo durante sus vidas respectivas, y podrían considerarse rebeldes e inconformistas en cierto modo, pero también son indiscutiblemente dos de los pilares de la filosofía occidental. ¿Qué es lo que revela esta dicotomía sobre los dos filósofos y también sobre vuestra afinidad por ambas figuras?

 Las obras de Nietzsche abrieron de alguna forma un espacio retórico para poder abordar a los filósofos muertos y «dogmáticos» del pasado. No obstante, sigue habiendo una veneración por las mentes brillantes, aunque como pensadores queramos rebatir las ideas de dichas mentes. Nietzsche devolvió la filosofía al terreno de la experiencia vivida. Los diálogos de Platón utilizan a Sócrates para demostrar las verdades inmutables de todos los tiempos que atrajeron a muchos pensadores a una vida enclaustrada o académica. Yo creo que Nietzsche quería que los filósofos del futuro estuvieran activos en su existencia cotidiana. Que vivieran en el mundo y experimentaran con él. Digo esto sin cometer el anacronismo de intentar insertar la fenomenología en su pensamiento. Debido a la alienación social y a la enfermedad, Nietzsche no fue capaz de tomar el mando de esa manera dentro de su propia vida, pero un verdadero seguidor de Nietzsche tiene que abrirse su propio camino. Ludwig Wittgenstein esclarece esto a la perfección con la cita al final de su obra maestra de la filosofía analítica, el Tractatus logico-philosophicus. «Mis proposiciones sirven como aclaraciones de la siguiente manera: cualquiera que me entienda terminará por reconocer que carecen de sentido una vez las haya utilizado, a modo de escalones, para ascender a un nivel superior. (Deberá, por así decirlo, lanzar la escalera al vacío después de subir por ella). Debe trascender estas proposiciones, y entonces podrá observar el mundo entero correctamente». La gente piensa en los filósofos como en figuras autoritarias, pero se trata de individuos que conocen el pensamiento de la misma forma en que los metaleros conocemos la música.

 Las críticas de Nietzsche tanto a Sócrates como a Platón se incluyen en El crepúsculo de los ídolos y Más allá del bien y del mal. Más allá de esas críticas, Sócrates fue una figura fascinante que debería ser reivindicada por siempre. Sócrates era considerado un sabio por muchos, pero él rechazaba la capacidad de aquellas personas de poder siquiera tildarle de sabio, porque la mayoría de las afirmaciones que hacían a diario eran declaraciones infundadas y sin consistencia. Esto es algo que vemos a diario en las redes sociales. No estoy diciendo que solamente los científicos y las personas que hayan estudiado filosofía deban tener derecho a hablar. Como especie, los seres humanos no sabemos tanto como creemos saber. Todos nosotros tenemos nuestra propia caverna metafórica que debemos dejar atrás. Sócrates pondría a prueba a esos individuos, no mediante la acción simbólica, sino a través de la palabra hablada. Y no por mezquindad, sino debido a una necesidad de llegar hasta el fondo de determinados asuntos, de aclarar conversaciones confusas. La información es algo que damos por sentado, ahora que Google ha sustituido a los Oráculos de la Antigüedad. No deberíamos volvernos totalmente irracionales, aunque el lado dionisíaco de las cosas sea tan importante como su contrapartida científica y matemática. El yin y el yang. No hay motivo para que cada uno de nosotros no se centre intelectualmente y se dé cuenta de que hay muchas más preguntas y respuestas de lo que las personas influyentes nos dicen que es importante.


 A diferencia de vuestro disco anterior, las letras no son lo que podría denominarse «impresiones», sino que cuentan una historia completa de principio a fin. ¿Os planteasteis crear un álbum conceptual desde el principio, o fue algo que apareció a lo largo del proceso?

 Contestando brevemente a la pregunta: Como mencioné anteriormente, tenía un concepto inicial en mente que acabó creciendo hasta convertirse en algo con un alcance mucho mayor. Quería desarrollar un concepto sobre la cultura antagonista en la filosofía, pero las ideas no daban mucho juego. Después de todo, Polemicist tiene tanto de mitología como de filosofía. Después de hablar con otro colega Hessian sobre algunas de sus ideas musicales para las letras, me vino a la mente Sócrates diciéndole a Querofonte que fuera al Oráculo de Delfos, en el diálogo Apología de Sócrates. Entonces decidí crear una versión concisa de esta historia, dado que Sócrates es el antagonista definitivo.

 Desarrollando un poco más: En nuestro mundo moderno en el que TODO EL MUNDO afirma tener las respuestas y la mayoría probablemente se equivoca, donde los ciegos guían a los ciegos... Me pareció importante recordar la visión antigua de la epistemología. Tal vez esto se deba a que he tenido mucho tiempo a mi disposición para desarrollar el concepto de las letras, ya que la música ya estaba terminada desde hace tiempo. Poniéndome un poco más serio, creo que hay algo en la filosofía antigua que hace que todavía tenga mensajes para todos (y para nadie) sobre la vida en el mundo. No es solamente religión, como mucha gente parece pensar. Obviamente, en el mundo del pensamiento hay mucho más que la perspectiva occidental de la filosofía, pero Sócrates es una figura mítica tan poderosa, y muchos de los que somos (o hemos sido) aficionados a la filosofía pensamos que todavía queda mucho que aprender de los textos de la Antigüedad y la Edad Media, incluso si no reflejan directamente el mundo de Facebook/Instagram/Twitter en el que vivimos hoy.

 Volviendo a la pregunta: Mi intención era convertir esta breve mención en la Apología en una historia concisa. La narración está enfocada principalmente desde la perspectiva de Querofonte, el hombre que fue hasta el Oráculo para averiguar quién era el hombre más sabio del mundo. La pitia dijo que era Sócrates. Una vez que Querofonte escucha esta respuesta, en la última pista, «Hemlock» (en castellano, cicuta), se pasa a la perspectiva socrática. La democracia mató a Sócrates porque él cuestionó las ilusiones sociales que hoy en día dominan la modernidad. Así, la canción trata sobre la cicuta que le obligaron a beber, o la que tuvo que beber metafóricamente cualquiera después de él que se atreviera a cuestionar el estado de las cosas. No he abordado esto desde una perspectiva irónica. Me he tomado libertades, pero respetando la cultura de la filosofía, aunque la mayor parte de la gente piense que no sirve para nada, lo considere una parte de la religión, o no sea capaz de encontrar un rato para leer un libro de no ficción. Este disco tiene una atmósfera mucho más mitológica, porque no habla de la filosofía en sí, sino más bien de la historia subyacente a un periodo filosófico determinado. Están los presocráticos, luego está Sócrates, y después todo lo demás.


© Polemicist (Josiah Domico)


 De nuevo, me ha sorprendido comprobar que vuestras letras son bastante inteligibles, lo cual es un tanto raro para un grupo de metal que trata temas filosóficos. ¿Crees que el metal es un género musical adecuado para que los oyentes reflexionen sobre asuntos del mundo real o la vida cotidiana, en lugar de ser algo que les transporte a mundos imaginarios o estados mentales sobrenaturales?

 Creo que hay metal que trata sobre la realidad y metal que trata sobre el escapismo. El black metal, que es (generalmente) un rechazo de la modernidad, es mucho más proclive al escapismo. Eso es lo que me encanta del género, aunque también me gustan cosas que no entran dentro de ese paradigma. Pero también pienso que muchos grupos de metal engloban muchas veces realidad y escapismo dentro de un mismo álbum («War Pigs» y «Iron Man»), aunque haya algunos que opten por evitar por completo el escapismo y la imaginación, al menos en cuanto a las letras. Para este disco, me dejé guiar por la estética de «verdad y mentira en sentido extramoral», adoptada por el primer Nietzsche. Quería hablar sobre esta historia sin adoptar una posición absoluta al respecto. Prefiero ofrecer mi perspectiva como artista, de la misma forma en que les contaría esta historia a unos aldeanos si fuera un viejo ermitaño con una lira. En último término, la gente tiene que llegar a sus propias conclusiones racionales (y a veces irracionales) acerca de lo que piensan, lo que les importa y aquello en lo que eligen creer.

Cold-hearted orb that rules the night
Removes the colours from our sight
Red is grey is yellow white
But we decide which is right
And which is an illusion


 Por todas las distintas características que os definen como grupo y hemos abordado anteriormente, diría que Polemicist es un grupo único es muchos aspectos, incluso dentro del ámbito del metal extremo. ¿Sentís que sois una especie de parias comparados con la escena del metal en su conjunto, o sencillamente sois un grupo con personalidad y un enfoque único que debido a ello difiere del resto?

 Gracias por esas palabras tan amables. No puedo aportar mucho sobre este tema, pero como paria social que soy, esa noción se proyecta también en mi arte. Es cierto que tenemos mucha personalidad, y tratamos de ser tan únicos como podemos. Creo que la idea que tenemos de nosotros mismos como músicos a tiempo completo, incluso ya en la treintena, hace que nos tomemos muy en serio lo que hacemos. Rendimos cuentas ante nosotros mismos para ofrecer el mejor producto posible, sea como sea. No se trata de darnos prisa ni de tomarnos nuestro tiempo, sino de mantenernos fieles a la visión cueste lo que cueste, incluso si esta evoluciona a nuestro alrededor y nosotros tenemos que intentar darle sentido.


 Desde hace ya varias décadas, los valores del metal están en clara oposición a los valores generalizados en el mundo occidental. ¿Dirías que el metal es un refugio para quienes buscan libertad de acción y pensamiento, o quizá también podría ser una herramienta poderosa para cambiar la sociedad y el mundo en su conjunto?

 El metal puede ser un refugio para quienes buscan libertad de acción y pensamiento. No siempre lo es, porque las reglas inventadas por críos a menudo prevalecen. La cruda realidad es que el metal ya no es solamente para los críos. Muchos de sus actores principales ya son adultos maduros. Hay tanta diversidad dentro del metal que resulta algo estimulante en muchos aspectos. Es fantástico conocer a personas de todo el mundo, porque en nuestro país y nuestro entorno mucha gente tiene la mente cerrada con respecto al metal. Yo entré en el metal por la unidad, pero lo que veo es mucha división.

 No creo que el estilo de vida del músico y el artista pueda siempre asociarse con un modelo a seguir. No me atrevería a decir que yo pudiera ser un buen modelo. Pero sí pienso que es mi deber como artista, en una civilización en declive, señalar los mejores aspectos de la humanidad, tanto si quien me escucha ya está al tanto de estas cosas como si no. También es mi opinión que el artista debería conseguir alejar a su público de sus pensamientos y acciones cotidianas, o al menos hacer que las personas se pongan a prueba a sí mismas de formas que tal vez no hayan experimentado por su cuenta.

 Me gustaría pensar que el metal puede inspirar a hombres y mujeres a pasar a la acción en sus entornos sociales, pero esto significa algo distinto para cada individuo. Preservar las artes para las generaciones venideras es una noble tarea, tanto si el metal está directamente implicado en la formación de futuros líderes como si no.


 Quiero dar las gracias a El Negro Metal por esta entrevista. Y también por brindarme una plataforma para expresarme en la era del «cállate y toca».



Entrevista realizada, traducida y editada por Belisario
entre marzo y junio de 2021





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